sábado, 26 de marzo de 2011

Freedom is a way of dressing

Siempre he pensado que una de las premisas que seguiría al tener un blog sería el positivismo, el no criticar y el compartir cosas bonitas. Pero hay días en que no sale el sol y simplemente hay que hablar también de aquello que no nos gusta. Y yo estoy harta de tonterías. Odio ver a chicas y mujeres victimizadas y obsesionadas por la moda. Me da risa que Anna Wintour lleve siempre el mismo peinado y la misma cara. La misma risa que Gala González cuando confunde la moda con coolerismo, la elegancia con snobismo y lo interesante con la tendencia. Lo postizo no me interesa, incluso me insulta. No quiero que nadie me diga cuál es su look of the day, que se lo coman con patatas. Me trae más tiempo leer la marca de cada uno de los anillos que lleva en cada mano una blogger que hacerme una tostada con olivada o leer un capítulo más de un libro cualquiera. También detesto que me digan qué disco escuchar, si es que los 1.000 blogs siguientes y las revistas de modernos van a recomendar el mismo.

Y sí, dressing is a way of life. Pero que no nos confundan, que no nos den la vuelta a la tortilla. El vestido Givenchy que lucía Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes no es para venerarlo. Prefiero mil veces la manta medio caída que lleva en la escena de la fiesta (era una manta enrosacada realmente), cual diosa griega, con total naturalidad y más carácter que el littleblackdress de firma.

Por lo mismo adoro a Bianca Jagger, una de las mujeres con más estilo de la historia. Por besar palomas en el suelo del Studio 54, olvidándose ella misma de si el vestido que llevaba era Halston o no. Porque no era un vestido pegado a una persona, sólo era una persona. La moda es pura, elegante y buena cuando te hace feliz y te olvidas de que existe.

jueves, 24 de marzo de 2011

Hit II: Irma Vep




No tengo ni la más pajolera idea de qué va esta película. Lo único que se es que sale Maggie Cheung vestida de catwoman. Downloading!

domingo, 20 de marzo de 2011

Kate es una sombra

Como cada noche después de cerrar el bar, ayer mis compañeros y yo nos sentamos en los pufs a tomar una Pacifico, perezosos para salir hacia el frío y sin mucho que decirnos. Mi jefe hablando por hablar comentó que unos minutos atrás vio pasar a Kate Moss por delante del bar. Algunos empezaron a decir que ya la habían visto varias veces por el Soho y que era muy pequeña y remilgada. Otra compañera dijo que un conocido había intercambiado algunas palabras con ella y que era muy estirada. Yo me quedé callada intentando disimular que el corazón se me aceleró.

Ésta mañana he recibido un mail de Ginés. En algún lugar de Armenia Chechu leyó ésta entrevista y se la envió pensando que a mi podría interesarme. Se trata de una entrevista al escritor Christian Salmon, que recientemente ha publicado el libro Kate Moss Machine (Ed. Península), en el que a partir de la figura de la modelo genera un estudio sociológico. El escritor francés nos habla de la Kate-fenómeno, la creada por los periodistas, por el consumismo y nuestra necesidad de crear iconos.

Independientemente de que ella forme parte de la cultura de masas y lejos de interesarme en que drogas está puesta o cómo es su nuevo novio, Kate forma parte de mi iconografía personal. Me da igual que sea cool o no, odio el boho-chic, el glamour del que hablan los periodistas de moda no lo entiendo y no sé si me horrorizan más las revistas que te aleccionan sobre estilo o las de cotilleo. Kate tiene algo que va más allá. Siempre fue una criatura inexplicablemente especial. Y cómo ha pasado tantas veces en la historia de la cultura pop, creamos una sombra divina e inventada encima de éste tipo de personas que acaba convirtiéndose en una carga que sólo algunas soportan. Kate por suerte es una de ellas. Cómo lo fue Paul Newman o lo es Patti Smith si queréis. La Kate que todos conocemos es un espejismo muerto, la verdadera sea cómo sea es una superviviente.

martes, 15 de marzo de 2011

In love with: Bryan Ferry


El pobre Bryan, no sabe cómo dejar de ser tan elegante, sexy y rematadamente molón...

martes, 1 de marzo de 2011

Londres, 1 de Marzo de 2011

No tengo internet en casa para postear más a menudo. Estoy en una taberna con wifi rodeada de huligans, debajo de la pantalla dónde se retransmite el partido. Tengo la sensación de estar en medio del escenario. Si marcan gol y gritan todos me puede dar un infarto de miocardio. Así que me voy a casa, sólo quiero compartir un consejo que me dio una mujer en el nightbus la otra noche:

"Don't spend too much time thinking. Have faith
and execute."